La solución se integró con la infraestructura heredada del banco e introdujo prestaciones reutilizables. A través de una arquitectura de tres niveles, la solución podía extenderse a otras empresas mediante la reutilización del código.
El proceso automatizado generaba informes de auditoría, notas de débito y cartas de rechazo y los enviaba al ID de correo electrónico del auditor o mediante un proceso de impresión y envío por correo postal. El nuevo sistema mejoró la visibilidad de los procesos y redujo drásticamente la intervención manual, incluida la validación de los informes con otros sistemas bancarios centrales. La solución estableció una conexión automatizada entre otros sistemas bancarios centrales para conservar los datos necesarios para elaborar un informe de carta de auditoría.