Las iniciativas de transformación digital y en la nube han dado lugar a una topología compleja y heterogénea de aplicaciones. Las plataformas nativas de la nube con implementaciones locales y en la nube están añadiendo complejidad.
La creciente complejidad de las aplicaciones hace imposible que la cobertura de pruebas estándar y las rutas de transacción cubran todos los problemas potenciales que afectan al comportamiento de las aplicaciones. El análisis de la causa raíz de los problemas identificados también tiende a tardar, dado que la replicación tanto desde la perspectiva de la funcionalidad como del entorno es difícil. La certificación de este tipo de aplicaciones mediante métodos tradicionales en un ecosistema CI/CT/CD se convierte en un gran reto. Para abordar eficazmente las deficiencias existentes de manera oportuna, las organizaciones pueden aprovechar la inyección de fallos para aumentar las pruebas no funcionales tradicionales.
Los servicios de inyección de fallos de Virtusa aprovechan su gran experiencia en sistemas complejos y una variedad de herramientas para inyectar hipótesis de fallos y experimentos para desenterrar posibles problemas. Nuestro enfoque único radica en el proceso de descubrimiento de servicios y topología a través del cual aprovechamos los mapas para construir planes de ataque para un radio de explosión específico.
Podemos ejecutar ataques completos en cada capa de la pila de aplicaciones. Además, la inyección de fallos a nivel de aplicación proporciona un control más estricto basado en identificadores de datos o parámetros de entrada.