El aprendizaje automático y la inteligencia artificial (IA) han transformado la industria manufacturera con las fábricas inteligentes. Los algoritmos avanzados de aprendizaje automático utilizan datos históricos de rendimiento y datos actuales de ejecución para proyectar una serie de simulaciones de fallos. A medida que el conjunto de datos crece en volumen, el sistema aprende de los datos disponibles para ofrecer resultados más precisos.
La predicción de los puntos de fallo conduce a la prevención de los mismos. El equipo puede someterse a una parada planificada. Esto reduce el coste global del mantenimiento y ahorra muchas horas productivas que de otro modo se perderían. Además, este procedimiento garantiza la calidad, ya que estos algoritmos inteligentes determinan los factores que afectan a la calidad de la producción.