Una mentalidad centrada en el cliente es fundamental para ofrecer experiencias excepcionales a clientes, empleados y socios. Al mismo tiempo, las empresas deben seguir el ritmo de la rápida evolución de la tecnología para ofrecer una experiencia del cliente (CX) de primer nivel. Las fusiones y adquisiciones organizativas generan una deuda técnica que puede obstaculizar los esfuerzos de transformación digital. Cuando esto ocurre, las distintas unidades de negocio pueden empezar a trabajar de forma más independiente, lo que da lugar a silos de datos y plataformas desconectadas.