Con una pandemia mundial que ha afectado nuestras vidas de una manera que jamás habríamos imaginado, el último año ha redefinido no solo el futuro del trabajo, sino también la forma de trabajar. Los expertos sanitarios sugieren que la pandemia de la COVID-19 durará unos cuantos años, como la gripe española de principios del siglo XX, con sucesivas olas que golpearán a la población cada 4 a 6 meses.
Sin embargo, con el avance de la medicina y la tecnología y el avance de la vacunación en diferentes partes del planeta, el mundo tiene la esperanza de una recuperación y vuelta a la normalidad más rápidas. En mis conversaciones con directores de experiencia del cliente, observo mucha planificación y enfoque en torno a la puesta en marcha de nuevos programas para ayudar a mejorar la experiencia del cliente, lograr ahorros de costes y mejorar la eficiencia con productos y soluciones innovadoras.
En este artículo, me gustaría compartir mis puntos de vista sobre cómo puede reaccionar el mercado basándose en la situación actual de confinamiento y de avance de la vacunación.
Una prolongada ola de confinamientos
Las empresas han aprendido rápidamente de sus experiencias del primer confinamiento de marzo de 2020 y están mejor preparadas para cambiar de marcha y reajustar sus prioridades. Los cambios y desafíos iniciales del teletrabajo se han superado y las empresas son más resistentes y están equipadas con sólidos planes de continuidad de negocio y operaciones.
Con la amplia adopción de la digitalización en todos los sectores y empresas, veremos menos tiendas y sucursales físicas. Se estima que el ritmo de adopción digital avanzará de golpe entre 3 y 5 años. La convergencia de los servicios, que se ha observado sobre todo en sectores como las telecomunicaciones, los medios de comunicación, la tecnología y la banca, puede llegar ahora a más sectores. Por ejemplo, los restaurantes que se convierten en puntos de venta, la aparición de empresas sin sucursales, la generalización de la OTT, etc.
Casi todos los actores que muestren agilidad en la introducción de nuevas soluciones, productos y modelos de negocio para adaptarse a un cambio anticipado en el comportamiento de los clientes ganarán cuota de mercado. La mayoría de las empresas punteras y los mercados bursátiles mundiales están repuntando y están preparados para aprovechar las oportunidades que se avecinan. Los sectores de servicios, como las empresas tecnológicas, deben asociarse con organizaciones que impulsen la transformación y aceleren las innovaciones de los productos de una manera más ágil.
Aprobación y acceso a las vacunas en todo el mundo
Las empresas adoptarán un enfoque gradual para abordar los retos y las oportunidades que presenta la vacunación. La recuperación puede retrasarse debido a nuevas cepas y más olas del ataque del virus. Los problemas logísticos pueden alargar el plazo de la puesta en marcha. Según un artículo reciente de Reuters, la recuperación global a largo plazo depende de la distribución de las vacunas.
Ambas circunstancias han llevado a la aceleración de las iniciativas de transformación digital y en la nube. Las empresas se centran en los planes de crecimiento. Se espera que cada vez más empresas trasladen sus ventas a Internet. Los precios de los productos se están estabilizando en todo el mundo para promover el gasto local. Se ofrecen opciones de trabajo flexible a los empleados. Se fomenta el teletrabajo. Las empresas buscan mantener las habilidades y comportamientos positivos que surgieron durante la pandemia, como la agilidad, la rapidez en la toma de decisiones, el trabajo en red, con jerarquías más fluidas, y la comunicación transparente.
Un optimismo cauteloso será el trasfondo de muchas inversiones empresariales, con una apuesta por iniciativas sostenibles y ecológicas. Habrá más fusiones, adquisiciones y consolidación de empresas. Los planes de continuidad del negocio estarán en el epicentro de todas las discusiones estratégicas y las empresas sopesarán sus decisiones y planes con cautela. Habrá una mayor necesidad de protocolos de ciberseguridad eficaces y reglamentos para controlar la actividad digital, especialmente la privacidad de los datos. Con la reanudación de los proyectos suspendidos por la pandemia, habrá más gasto y crecimiento en sectores clave como la banca y las finanzas, las telecomunicaciones, los medios de comunicación, la sanidad y las ciencias de la vida.
Mientras exponemos estos supuestos y el posible impacto en los negocios y en nuestras vidas en ambas circunstancias, la pandemia ha puesto de manifiesto una vez más que el éxito viene determinado por la capacidad de adaptarse, reajustarse y adelantarse a las oportunidades y retos que presenta un panorama empresarial en constante cambio. Ha puesto de relieve el papel de los avances tecnológicos para ayudar a las empresas, a los clientes y al mundo a acceder, emerger y liderar durante situaciones difíciles. Las empresas tecnológicas que hayan sido rápidas en aliarse con sus clientes y empleados liderarán el futuro.
La resistencia no se mide por el tamaño de los fondos económicos, sino por la agilidad de la empresa.