Con todos los titulares sobre la Gran Dimisión y la gente que abandona sus puestos de trabajo en masa, está claro que la escasez de talento está en su punto más alto de los últimos 10 años y va en aumento. Esto está provocando una tormenta perfecta: una demanda exorbitante unida a una reserva de talento cada vez menor. Solo en el sector tecnológico, se prevé que la brecha entre los profesionales cualificados de la ciberseguridad y los puestos no cubiertos alcanzará pronto los 1,8 millones.
La remuneración y los beneficios son y seguirán siendo una parte importante para atraer y retener el talento, pero eso no es suficiente. Los empleados buscan oportunidades de aprendizaje y desarrollo (L&D); un rápido crecimiento profesional; y una empresa que adopte la Diversidad, la Equidad y la Inclusión (DEI).
Al indagar más, la oportunidad de aprender y desarrollar continuamente nuevas habilidades ha surgido como un objetivo común entre las organizaciones y los empleados actuales y futuros. Esto significa ofrecer a todos los empleados oportunidades de aprender, crecer, ganar confianza y poner en práctica nuevas habilidades.
La creación y el fomento de una plantilla diversa y de alto rendimiento comienza con el compromiso de una formación integral, no solo una vez al año o de forma esporádica, sino como parte de una misión organizativa. Sundararajan Narayanan, vicepresidente ejecutivo y director de personal de Virtusa, comparte con Training Magazine su opinión sobre cómo cerrar la brecha de habilidades con el aprendizaje y el desarrollo.