En el sector de las ciencias de la vida, el I+D ha sido una fuente esencial de creación de valor y de éxito. Desde hace décadas, la propiedad intelectual de la innovación farmacéutica se mide en miles de millones de dólares, e incluso a medida que el mercado se desplaza hacia terapias más pequeñas y especializadas, la cartera colectiva de las grandes empresas biofarmacéuticas seguirá siendo muy valiosa y el método principal para que las empresas moneticen su producción. La investigación es el medio por el que se crea y produce valor. Al igual que ocurre con la IA, existe una demanda de profesionales con las competencias y experiencia necesarias para llevar a cabo la investigación biofarmacéutica, y continuarán siendo costosos y escasos.
Reconociendo las promesas y los peligros potenciales del uso de datos reales en la investigación de las ciencias de la vida, el Indiana Bioscience Research Institute, el Cardinal Health Fuse Innovation Center y Virtusa colaboraron en un proyecto en el otoño de 2018, con el objetivo de probar y validar las posibles ventajas de los datos simulados optimizados para igualar la complejidad de las fuentes de datos reales. Cada organización aportó su valor y experiencia únicos al proyecto.
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