El mundo actual ha alejado a las empresas de los enfoques tradicionales de fijación de precios reactivos, que se basan principalmente en el coste más el margen de beneficio. A diferencia de lo que ocurría en el pasado, para responder a las expectativas de los clientes en medio de una competencia feroz, hoy en día un gestor de productos tiene que tener en cuenta un sinfín de factores para fijar un precio viable para su oferta. Por nombrar algunos: el conocimiento profundo de las preferencias de los consumidores, los hábitos de compra, la capacidad de gasto, la dinámica del mercado, el rendimiento de la oferta, la posición del inventario, las actividades de la competencia, el corto ciclo de vida del producto, además de la demanda histórica y la segmentación de los clientes. Tener en cuenta muchos de estos datos para fijar el precio utilizando enfoques manuales y arcaicos es una tarea ardua y propensa a errores que conducen a la pérdida de oportunidades o márgenes. Por lo tanto, la necesidad del momento es incorporar un enfoque inteligente de fijación de precios que aporte claras ventajas al liberar el verdadero potencial de la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML).
Las empresas están explorando sólidas estrategias de precios para garantizar la maximización de los ingresos y, al mismo tiempo, asegurar la optimización de la capacidad. A medida que la dinámica del mercado sigue influyendo en los modelos de fijación de precios, la necesidad de aumentar la demanda a través de la fijación de precios inteligentes se hace inevitable, especialmente cuando se pueden incorporar mecanismos de fijación de precios durante los picos de demanda. Aprovechando el poder de la IA y el ML, el marco de precios inteligentes de la nueva era fluctúa automáticamente los precios basándose en datos en tiempo real sobre la oferta, la demanda histórica y la competencia para adaptarse a los cambios del mercado y mejorar la rentabilidad rápidamente.