La "primera ola digital", que comenzó mucho antes de la pandemia, se está convirtiendo en un requisito mínimo para las instituciones financieras. Dado que los consumidores prefieren los canales digitales para realizar cada vez más operaciones bancarias, los bancos se ven obligados a remodelar su modelo de negocio para extender una experiencia bancaria superior a los canales en línea y móviles.
Las víctimas de esta disrupción pueden ser los bancos tradicionales. Como informa Fast Company, McKinsey estima que las marcas financieras tradicionales verán disminuir sus beneficios entre un 20 % y un 60 % para 2025. PWC predice que para 2030 podríamos ver el fin de los bancos tradicionales por completo. Por lo tanto, los bancos tradicionales deben transformar rápidamente el panorama de su plataforma digital y adoptar soluciones para ofrecer una experiencia digital omnicanal personalizada, mantener a los clientes comprometidos, impulsar nuevas perspectivas y registrar un crecimiento de las ventas.
Con esto, la pregunta del millón se convierte en: ¿cómo pueden las marcas financieras, tanto nuevas como establecidas, alinearse mejor con las necesidades del consumidor y crear una experiencia digital más personalizada, seleccionada y significativa para cada cliente?
Hoy en día, la forma en que los consumidores compran servicios financieros ha cambiado para siempre, lo que hace que las instituciones financieras se replanteen cómo personalizar el compromiso y el viaje del cliente a través de múltiples dispositivos y plataformas. Una experiencia omnicanal unificada impulsará una mayor adquisición, servicio y retención de clientes. Para hacer posible esta experiencia trascendente, es esencial implementar una plataforma digital ágil, con componentes e integrada con una pila tecnológica heterogénea. Las marcas financieras deben pensar de forma creativa en todos los aspectos – marketing, ventas, desarrollo de productos y estrategia de servicio.
Imagínese un tiramisú en capas perfectas: los ingredientes individuales son estupendos, pero la magia solo se produce cuando se incorporan todos los elementos en las proporciones adecuadas, construidos sobre la base perfecta. Del mismo modo, una estrategia de experiencia del cliente debe ser la alineación perfecta de todos los canales y negocios.
La evolución de las herramientas de marketing y compromiso basadas en la nube ha facilitado la ejecución de las estrategias de experiencia del cliente. Con estas herramientas, los bancos y las empresas de gestión de patrimonios pueden personalizar, automatizar y gestionar el contenido y los activos de marketing impulsados por el viaje del cliente y el valor obtenido a través de todas las fases de compromiso; pasar de un compromiso reactivo a un compromiso proactivo y centrado en el cliente en todos los canales; y construir una experiencia de clase mundial y sin fricciones que deleite a los clientes. Las organizaciones deben aprovechar los datos para comprender mejor y perfeccionar el viaje de transición de los clientes e impulsar un valor empresarial medible y un retorno de la inversión para la empresa. También deben centrarse en fomentar un equipo digital de primera clase estableciendo centros de excelencia digital y las mejores herramientas y procesos compartidos entre las líneas de negocio.