El mercado de los seguros de vida y pensión es un mercado en constante cambio, ya que las demandas de los clientes evolucionan, la tecnología digital avanza, las orientaciones normativas siguen siendo inciertas y la innovación de las InsurTechs cobra impulso. Las presiones regulatorias sobre la protección del consumidor para la planificación y el asesoramiento financiero siguen pesando mucho en el mercado. Los posibles cambios en los métodos tradicionales de venta y distribución de los agentes pueden abrir nuevos modelos de negocio. A medida que la rentabilidad se pone en tela de juicio, las compañías de seguros buscan invertir en iniciativas de reducción de costes por encima de las iniciativas de modernización de los sistemas básicos y las inversiones en digitalización, analítica, migración a la nube y ciberseguridad.