Virtusa propuso que las reclamaciones fueran de tipo "feather touch", lo que finalmente permite al cliente participar activamente en el proceso de reclamación (ya sea a través de la web o del móvil). Tras evaluar y consolidar todos los servicios prestados, las tareas básicas se automatizaron mediante una potente solución de flujo de trabajo, y solo las tareas complejas se dirigieron al examinador para que las revisara manualmente.
Así, el cliente implantó procesos con una solución de alto nivel, que incluía datos precargados y opciones desplegables para la mayor parte de la información del cliente. De este modo, los clientes tenían menos tiempo para añadir notas de reclamación y puntos importantes para evitar errores y equivocaciones.
El enfoque redujo la entrada de datos redundantes e innecesarios. La implantación se llevó a cabo mediante una metodología ágil que seguía un enfoque de diseño acelerado de soluciones (ASD) con el uso concurrente de múltiples equipos de sprint, cada uno de los cuales trabajaba con DCO de duración limitada, construyendo y probando las fases de cada sprint para garantizar la precisión.