El mundo está cambiando rápidamente para los usuarios finales a medida que experimentan el mundo a través de nuevas formas de hacer negocios, modelos de negocio, lanzamientos de productos y modelos de servicio, todos ellos nacidos para satisfacer la necesidad de velocidad con fiabilidad.
Las empresas se han visto obligadas a digitalizarse para llegar a sus clientes, empleados y partes interesadas, sin lo cual no pueden mantener su posición en el mercado. La oportunidad de llegar a cualquier interesado en cualquier lugar, en cualquier dispositivo y en cualquier momento es de suma importancia para las empresas. Vemos que estas tendencias empujan a las empresas a gastar billones de dólares en transformación digital. Cualquier transformación de esta envergadura requiere un potente núcleo de excelencia en ingeniería para ser disruptiva.
Volviendo a las definiciones, ¿qué es la ingeniería de software?
La ingeniería de software es la aplicación sistemática de enfoques de ingeniería al desarrollo de software.
¿Qué es la transformación digital?
La transformación digital es la adopción de la tecnología digital para transformar los servicios o las empresas, mediante la sustitución de los procesos no digitales o manuales por procesos digitales o la sustitución de la tecnología digital más antigua por la tecnología digital más avanzada.
Entonces, ¿qué es la transformación digital impulsada por la ingeniería de software?
Aplicar un enfoque de ingeniería sistemática al desarrollo de software que pueda transformar los servicios o las empresas, mediante la sustitución de procesos no digitales o manuales por procesos digitales o la sustitución de tecnología digital antigua por la tecnología digital más avanzada. En Virtusa solemos denominarlo “ingeniería digital”.
¿Por qué es importante la ingeniería para la transformación digital?
En este mundo tan competitivo, para que cualquier organización esté a la altura de las circunstancias, es importante tener en cuenta la deuda tecnológica acumulada a lo largo de los años y planificar la heterogeneidad en el entorno del futuro. Saldar la deuda tecnológica es un proceso muy lento y que requiere mucho tiempo, durante el cual la organización puede correr el riesgo de perder valor de mercado.
Las estadísticas demuestran que las empresas con un buen rigor de ingeniería pueden transformar su deuda técnica en activos interoperables más reutilizables que pueden fusionarse con los nuevos modelos tecnológicos heterogéneos de la nube, las aplicaciones, los dispositivos y los canales en un plazo más breve.
En otras palabras, el dinamismo de la ingeniería (es decir, el arte de aplicar la ingeniería al desarrollo de nuevos productos reutilizando el legado para ofrecer nuevas funciones, servicios o productos) es lo que necesitan las organizaciones para mantenerse a flote y mitigar este riesgo.
Los factores que determinan el dinamismo de la ingeniería son:
- Heterogeneidad: puede ser en los datos, en la infraestructura (nube, centros de datos, alojados por terceros), en las aplicaciones (caseras, SAS, COTS), en los procesos (cascada, metodologías ágiles, modelo mixto) y en muchas otras tecnologías y parámetros empresariales diversificados.
- Tiempo de comercialización: las organizaciones deben ser innovadoras y ser capaces de ensamblar sus productos más rápido, lo que requiere una perfecta sincronización de los componentes de ingeniería.
- Experiencia del cliente: la necesidad de proporcionar una experiencia coherente en todos los canales para que el cliente disfrute de una transición y continuidad sin problemas en todos los dispositivos.
- Requisitos no funcionales como son la calidad, la escalabilidad y la fiabilidad.
- Versatilidad.
Cuanto más dinámicas sean las prestaciones del equipo de ingeniería, mayores serán las posibilidades de mantenerse y crecer incluso en ecosistemas turbulentos de tecnología, negocios y otras condiciones del mercado. Con buenas prácticas de ingeniería, las organizaciones son capaces de crear y lanzar nuevos productos a un ritmo más rápido.
Utilizar prácticas de ingeniería estándar y crear productos para el futuro es el camino a seguir para los equipos de ingeniería de software en las empresas. En otras palabras, el concepto de los documentos de diseño y las arquitecturas que se practicaron durante mucho tiempo siguen siendo la necesidad del momento, pero con la salvedad de que son vulnerables al cambio y evolucionan con frecuencia, no como antes.
Esto también requiere una transformación cultural en las formas de pensar y trabajar, donde hay que romper los silos y abrir las mentes para adaptarse a las nuevas tecnologías que conforman los nuevos estándares. Como parte de esta nueva cultura de ingeniería, los equipos deben cambiar de mentalidad, y pasar de reinventar la rueda a utilizar los componentes prediseñados de desarrolladores ciudadanos o mecanismos de código abierto si les sirven para la finalidad que buscan.
Hemos experimentado un gran cambio de mentalidad durante esta pandemia que ha acelerado la necesidad de la transformación digital. Las empresas con mayor dinamismo de ingeniería se han adaptado y respondido bien para aportar valor a un ritmo más rápido.
Muchas organizaciones se han planteado este tiempo como una oportunidad para cambiar las formas tradicionales de trabajo e introducir de manera generalizada nuevas prácticas de ingeniería como Dev Ops, SRE, automatización, aprendizaje automático e inteligencia artificial. Por lo tanto, para las organizaciones que buscan impulsar una transformación digital eficaz, es el momento de evaluar el dinamismo de su ingeniería.