Perspective

¿Por qué los bancos deberían ver el open banking como una oportunidad de ingresos?

Publicado: enero 13, 2019

La introducción del Open Banking por parte de la Autoridad de los Mercados y la Competencia en enero del año pasado, diseñada con la promesa de ofrecer una revolución financiera, aún no ha producido nada parecido al cambio sísmico esperado.

El concepto de Open Banking significa que los mayores bancos del Reino Unido están obligados a compartir los datos de los clientes de forma segura (y con su consentimiento) con terceros autorizados mediante un conjunto de interfaces de programación de aplicaciones (API). Mientras que en el Reino Unido se pregonaba un cambio drástico en el comportamiento de los consumidores y un cambio supercompetitivo del mercado, de momento el Open Banking no ha cumplido con las expectativas generadas.

Una de las muchas razones que explican esta situación es que los bancos perciben la legislación como una amenaza, que les obliga a compartir sus valiosos datos, ampliamente reconocidos como su mayor activo, con los rivales de las fintechs y obtener poco a cambio. Hasta que los bancos no empiecen a promoverlo activamente, la revolución del Open Banking permanecerá en el horizonte. Sin embargo, seguir descuidando las iniciativas de Open Banking significa que los bancos están perdiendo una gran oportunidad de ingresos.

¿Bancos a la defensiva?

Los bancos establecidos tienen una clara ventaja: ya disfrutan de las ventajas de contar con una clientela fidelizada, junto con la reputación que esto trae consigo. Los bancos tecnológicos no cuentan con estos atributos, pero la falta de legado significa que pueden actuar con mucha más rapidez para aprovechar las oportunidades. Aun así, las fintechs todavía no han creado esa aplicación puntera que daría a los clientes una razón concreta para migrar completamente a los servicios de los bancos tecnológicos, pero podría estar en el horizonte.

Lo que temen los bancos establecidos es que, aunque la aplicación puntera aún no se ha desarrollado, el Open Banking podría dar a los bancos tecnológicos los datos que necesitan para desarrollar algo que crearía una experiencia agregada superior a las fricciones actuales entre las diferentes aplicaciones y servicios bancarios. Esto prácticamente dejaría a los bancos tradicionales fuera del mercado, incapaces de igualar la agilidad de sus adversarios. Regalar datos con un valor excepcional podría verse como un paso en este proceso, que solo beneficiaría a los rivales en las fintechs y les ayudaría a dominar las carteras de clientes. Esto significa que los bancos son hasta ahora reacios a promover activamente el Open Banking.

Entonces, ¿qué opciones tienen los bancos? Pueden quejarse de la destrucción de sus modelos de negocio a manos de los legisladores y ver cómo se erosionan lentamente, o pueden abrazar el futuro y las oportunidades que presenta el Open Banking y estar a la altura del desafío. La aplicación de la innovación está abierta a todos y el arte de la futurología no está reservado a los competidores fintechs.

Los bancos y las fintechs encajan mejor de lo que muchos piensan

Para que los bancos establecidos salgan triunfantes, van a necesitar ayuda para desarrollar los servicios que demandan sus clientes. Por lo tanto, deberían tratar de asociarse con las organizaciones fintechs, en lugar de verlas como una amenaza, que pueden ayudarles a ofrecer rápidamente servicios nuevos e innovadores a sus clientes. El Open Banking puede ser una gran oportunidad, ya que quienes lo adopten pueden esperar un aumento del 20 % en sus ingresos. Al poner sus prestaciones a disposición de terceros, los bancos pueden utilizar la colaboración para combinar lo mejor de ambos mundos: rapidez en la prestación y acceso a una clientela mucho más amplia que antes.

Aunque la reticencia de los bancos a adoptar el Open Banking es comprensible, es en gran medida un error. La cesión de datos privados pone nerviosa a cualquier empresa, que inevitablemente tratará la legislación que fomenta esta práctica como una amenaza. Sin embargo, el Open Banking y la colaboración que exige a los bancos y a las fintechs pueden abrir nuevas fuentes de ingresos y ayudar a los bancos a preparar su negocio para el futuro, al tiempo que mejoran y optimizan sus servicios a los clientes.

El artículo se publicó originalmente en Banca especializada (SB) y se vuelve a publicar aquí con autorización.

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